Un comentario en “manual del facilitador «curso de inducción»

  1. Victor Alfonso Jimenez Ures

    El facilitador es el encargado de hacer llegar la información que tenga a bien difundir el partido. Dicha información puede tener carácter interno (para los activistas de VPA) o bien externo (para los allegados a la causa opositora, más aún si tienen puntos de vista coincidentes con VPA). Los talleres dictados por los facilitadores deben ser frescos, elocuentes y didácticos. El facilitador deberá procurar la participación activa de su auditorio, en modo alguno deberá dictar talleres magistralmente.

    El Facilitador de VPA debe estar preparado para controlar a distintos tipos de grupos, debiendo adaptarse al entorno social y a la edad de sus oyentes. No obstante lo anterior, dicha adaptabilidad en modo alguno deberá ir en detrimento de su imagen o su papel dentro de las actividades formativas del partido. En este sentido, el papel del facilitador no debe limitarse a difundir la información contenida en las diapositivas preparadas por el equipo nacional de “Formación VPA”, sino que debe incluir también el fomento de las ideas y criterios propios de los activistas, siempre buscando resaltar los puntos coincidentes entre el partido y la percepción de cada activista, visto individualmente, todo ello a los efectos de incentivar la puesta en práctica de iniciativas, proyectos e ideas.

    (…)

    A todos los efectos, el lenguaje corporal y el verbal deben estar encaminados a lograr una mejor y más efectiva transferencia de información. Así pues, los facilitadores deben hacer uso del lenguaje corporal como una herramienta que les permita reforzar el mensaje que están transmitiendo verbalmente.
    En razón de lo anterior, mal puede considerarse como “Facilitador” a aquel que solamente lee las diapositivas y presentaciones facilitadas por “Formación VPA”; en tanto que la simple lectura de un texto merma en buena medida el contendido del mensaje. En efecto, es necesario que el facilitador sepa utilizar la voz como un instrumento de difusión, haciendo énfasis en distintas palabras, modulando correctamente, utilizando incluso distintos volúmenes en función del mensaje a transmitir. Efectivamente, el facilitador no debe contentarse con usar el mismo tono de voz durante toda su exposición, sino que debe variarlo, de modo que le sea posible mantener la atención de su audiencia. A todas estas, el cuerpo debe servirle para apyar a su voz, reforzando de esta forma el mensaje que intenta hacer llegar.

    Aunado a lo anterior, debe comentarse la suma importancia que tiene para el facilitador el monitoreo del lenguaje corporal de su audiencia, en tanto que mediante éste le es posible hacer lecturas de su desempeño, pudiendo llegar a determinar si está siendo aburrido, si su mensaje está captándose e incluso si su discursiva es aceptada de buena gana o muy al contrario, genera incomodidad en los activistas.

    (…)

    Por último, debe comentarse que sin importar cuantas veces se haya dado un taller, un buen facilitador debe estudiar y repasar las diapositivas que correspondan al taller que va a dictar. Asimismo, los facilitadores deben tener presente el tipo de público al cual se dirigirán, debiendo adaptar su indumentaria e incluso su discursiva, planificando además que genero de actividades y técnicas utilizará para mantener el interés de su auditorio.

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